19.10.2013 | La comunicación entre el Comisario del Distrito Portuario de Chancay y la población son nefastas agudizándose cada día mas. , la falta de criterios y una inexistente consideración a las buenas prácticas, son la regla general.
Periodista. Oswaldo Casazola Paredes
La libertad de prensa, ese árbol frondoso bajo el cual se cobijan todas las demás libertades –como perseverantemente enfatizó Alejandro Miró Quesada Garland, ha sufrido un nuevo atentado, por Las serias carencias en materia comunicacional, demostrada por el Comisario del Distrito de Chancay, que terminan por lesionar gravemente el derecho a informar y estar informados, pero lo que es peor, en vez de contribuir a un sano acercamiento entre la policía y la población, sus acciones aíslan aún más a una policía que está siendo seriamente cuestionada por la ciudadanía. Malos ejemplos hay a montones, pero para no contribuir más en el desprestigio en que ha caído esta institución tutelar de nuestra nación, gracias a sus propios (malos) efectivos y por respeto que si los periodista sentimos por nuestra policía nacional no mencionamos. Respeto guardan respeto.
Hace unos días el Mayor PNP Javier Inga Angulo, comisario del distrito de chancay, en forma arbitraria, injustificada y por si todo eso fuera poco, prepotente ordeno sacar de las instalaciones dela comisaria a nuestro colega periodista William Obregón Director del programa “de todo un poco” que se transmite por canal 46 de chancay, no solo le impedía realizar su trabajo tapándole con la mano la cámara filmadora si no que también amenazaba con quitársela , lo curioso es que el Mayor PNP estaba con ropa de civil, luciendo un polo de una campaña realizada por el hospital de chancay y no con su uniforme reglamentario, a menos que sea su día de franco, lo cual no justifica su actitud de impedir el trabajo periodístico del colega ni mucho menos amenazar con quitarle la cámara; más aún si habían otros medios dentro del recinto policial cubriendo la misma información ( problemas de la Asociación de Comerciantes Chancay como se pueden apreciar en las imágenes), pero tan pronto llego el periodista William Obregón, el Mayor se fue directo a él para impedirle cumplir su labor. Lisa y llanamente, un disparate, más típico de regímenes autoritarios, restrictivos que de una sociedad democrática del siglo XXI.
William Conociendo sus derechos como periodista y ciudadano, hizo su labor de recoger imágenes. Fue increpado por dos policías, Igual lo hizo, pues es su trabajo y no hay nada que en el plano ético profesional o legal jurídico, se lo pueda prohibir. Los periodistas sabemos que tenemos que solicitar autorización para realizar nuestra labor periodística dentro de cualquier institución tutelar del estado y así se cumple a rajatabla desde siempre.
Nuestra función la tenemos clara, nuestros deberes también, el único afán que nos mueve como hombre de prensa, es registrar un acontecimiento, no somos fiscales, jueces o peritos de algún accidente, somos periodistas en busca de la noticia en una búsqueda permanente de la verdad. Aquí no se propone desoír la autoridad, nadie habla de ingresar a las comisarias a la fuerza, aquí se defiende el derecho a fotografiar o filmar un acontecimiento, paradito a la distancia que marque la policía.
Alguien, dentro de la estructura policial o judicial, debe informar a los policías, que impidiendo una foto o una filmación, están afectando derechos individuales y colectivos.
Sería bueno, buenísimo, conocer al detalle la explicación del Mayor PNP Javier Inga, porque da la impresión que impidieran que algunos medios tuvieran acceso directo a la información, para presionar que se tenga que depender de el para conocer la verdad de los hechos.
Rechazamos esta actitud de quienes, por vestir un uniforme de una institución que respetamos, queremos y valoramos, como es la Policía, se creen dueños de la ley, pisoteando las normas existentes en este país que buscan proteger el libre ejercicio de los periodista y comunicadores. .
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