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LA Psicopatolización de la Sociedad y de la Política

Written By Unknown on jueves, 7 de noviembre de 2013 | 20:21

La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el estado, este derecho principio encierra todo el ordenamiento jurídico nacional o en otras palabras, todo el orden constitucional y el estado derecho, se reducen a este principio establecido en el art 1ro de la Constitución Política del Estado Peruano.

Fíjense que se habla de la defensa de la persona humana sin excepción alguna y del respeto de su dignidad, no solo por parte del estado peruano sino también por parte de la sociedad.
¿Qué está pasando en nuestro país y fundamentalmente que sucede en nuestra provincia? Son dos interrogantes que me vienen dando vuelta desde hace mucho tiempo en la cabeza, sin encontrar respuesta  alguna.
Será acaso que nuestra sociedad está enferma, será acaso que existe una psicopatolización de la sociedad, si quepa el término; así como el psicópata se caracteriza por carecer de afecto, tener un cuadro de valores distorsionado y no sentir culpa ni remordimiento; estaremos asistiendo a una piscopatolización de la sociedad, donde no se respeta nada ni a nadie, donde no se respeta ni se cumple la ley,  y existe un desprecio absoluto por la vida, donde  nos hemos alejados de los valores, para vivir en una anomia permanente, donde no funcionan las instituciones, donde se premia la viveza criolla, y se aplaude al más vivo, donde los medios de comunicación responde a los intereses de grupos económicos y llenan de basura los contenidos televisivos exacerbando la violencia y las competencia, con programas diseñados exclusivamente para alienar y atontar a la población,  donde los políticos no cumplen sus promesas y convierten las instituciones en parcelas de poder sin remordimiento alguno, donde los jóvenes ya no sueñan con ser profesionales al servicio de su patria, sino en ganar dinero fácil, creyendo que ello es el pasaporte a la felicidad.
Muchos dicen, se han perdido los valores, no señores los valores no se pierden están presentes, lo que sucede es que nos apartamos de los valores y no ejercemos correctamente nuestra libertad, el ser humano es un fin en sí mismo, por eso el respeto de su dignidad, que no es otra cosa que el reconocimiento de ese valor  intrínseco,  la persona es una fuente inagotable de valor, pero todo eso se deja de lado por antivalores y por eso hablo de una sociedad enferma.
Los acontecimientos de la última semana nos muestran a un Huaral, que ni en nuestra peor pesadilla hubiésemos imaginado, el caso del mercado Mazu, es la demostración palpable de la ineficacia e inoperancia de las instituciones tutelares como la fiscalía, el Poder judicial, la Policía Nacional del Perú, la Municipalidad, la Gobernación, esto se veía venir,  sin embargo nadie hizo nada y quienes tenían la oportunidad y el deber de hacerlo, ya sea por abulia o por exquisiteces  procesales, no atendieron oportunamente los requerimientos de  una de las partes involucradas,  dejando que la sangre llegue al río y que hoy tengamos que lamentar dos muertes y un herido en dicho mercado.
Si hemos permitido  que en los desalojos se contrate matones, si existen mafias que sacan títulos de propiedad, si el poder judicial no atiende una ministración provisional de la posesión como se decía antiguamente, por exquisiteces  jurídicas, entonces de que nos quejamos cuando la sociedad decide resolver sus controversias a balazos. Las autoridades involucradas tienen su grado de responsabilidad en estas muertes, si el Poder Judicial que negó la medida de desalojo preventivo solicitada por el señor Mazu, la hubiera otorgado, hoy no estaríamos lamentando estas muertes.
La delincuencia nos está ganando la batalla, de ello no quepa la menor duda, pero algo tenemos que hacer, lo peor sería cruzarnos de brazos, la sociedad tiene derecho a defenderse, pero ¿que estamos haciendo desde el estado?, creemos realmente, que con  la educación que tenemos actualmente, la peor de Latinoamérica, solo comparable a la de Haití, podemos luchar contra la criminalidad, creemos verdaderamente que con el sistema de salud que tenemos ahora, podemos  tener fe en nuestra sociedad, difícilmente. El problema es de educación, pero nos han contado el mito del progreso y tenemos la educación, la salud y la seguridad, los tres principales deberes de un estado moderno, en ruinas; nos cuentan que somos el milagro de Latinoamérica y mueren  niños de frio en Puno y los jóvenes no entienden lo que leen, y se les da basura en los programas sociales y así nos siguen contando el cuento chino, mientras nos bombardean con “esto es guerra”, “la guerra de los sexos” y  “Combate”. No entiendo cómo puede haber gente que crea en estas estupideces.
Pero no solo la sociedad está psicopatolizada,  la política también, casi tofos los políticos  tienen rasgos psicopáticos, Alan García el más grande cleptómano de nuestro país, jamás ha aceptado ni ha sentido remordimiento alguno por las muertes del frontón y  por los muertos durante la hiperinflación de su primer periodo,  ni por los indultos, ni por nada y da cátedra en la televisión sobre buen gobierno,  Toledo, mitómano empedernido, Humala un traidor sin atenuantes , Keiko el más grande cinismo reflejado en su rostro. Como estaremos de jodidos en la política peruana que  Martha Chávez es de la comisión de los Derechos Humanos, realmente para morirse, si no estamos en una sociedad psicopatolizada, entonces es peor no existimos como sociedad.
José Ramos Casazola
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